La contractura capsular es una de las complicaciones más discutidas —y malinterpretadas— en el aumento de senos y la cirugía de revisión de implantes mamarios. Si bien es relativamente poco común, puede afectar significativamente la apariencia, la sensación y la comodidad de los senos.
La buena noticia: los avances en las técnicas quirúrgicas, la tecnología de implantes y el manejo postoperatorio han reducido drásticamente el riesgo. Para las pacientes que estén considerando un aumento de senos o una revisión de implantes, comprender la contractura capsular es esencial para su satisfacción y tranquilidad a largo plazo.
Esta guía explica qué es la contractura capsular, por qué ocurre, cómo prevenirla y las opciones de tratamiento modernas disponibles.
Tras un aumento de senos, el cuerpo forma de forma natural una capa protectora de tejido cicatricial, llamada cápsula, alrededor del implante. Esta cápsula es normal y esperada.
La contractura capsular se produce cuando esta cápsula se vuelve anormalmente tensa, gruesa o dura, lo que provoca:
La gravedad suele describirse mediante una escala de clasificación (I-IV), donde los grados más altos indican una tensión y distorsión más notorias.
Si bien la causa exacta no siempre es clara, se sabe que varios factores bien estudiados aumentan el riesgo:
Esto puede deberse a contaminación bacteriana, biopelícula microscópica o incluso irritación crónica alrededor del implante.
La sangre o el líquido alrededor del implante pueden desencadenar una inflamación que aumenta la agresividad del tejido cicatricial.
La fuga de silicona puede irritar el tejido circundante, aumentando el riesgo de contractura.
Los implantes colocados por encima del músculo (subglandulares) históricamente presentan un mayor riesgo que los colocados parcialmente debajo del músculo (doble plano).
Los pacientes con antecedentes de contractura tienen mayor probabilidad de volver a sufrirla sin precauciones adicionales.
La radioterapia puede engrosar los tejidos y aumentar la tendencia a la cicatrización.
Reconocer la contractura capsular a tiempo permite una intervención más rápida.
Los síntomas comunes incluyen:
Los pacientes deben contactar a su cirujano de inmediato si aparecen cambios meses o años después de la cirugía.
Gracias a los avances modernos, muchos cirujanos reportan tasas de contractura más bajas que nunca. La prevención se centra en reducir la inflamación, minimizar la exposición bacteriana y optimizar la colocación de los implantes.
El uso de dispositivos como un embudo estéril o herramientas de inserción especialmente diseñadas permite a los cirujanos colocar el implante sin tocar la piel, lo que reduce la posibilidad de contaminación.
Colocación del implante parcialmente debajo del músculo pectoral:
Este enfoque es ahora estándar para muchos pacientes.
Los cirujanos modernos utilizan soluciones estériles especializadas para irrigar el bolsillo del implante, minimizando la inflamación y disminuyendo la presencia de bacterias.
Los implantes de silicona actuales son:
Estas mejoras ayudan a mantener la estabilidad y reducen la irritación con el tiempo.
El refuerzo de tejido blando puede estabilizar los implantes y limitar el movimiento de la cavidad, un paso importante para pacientes con tejidos más débiles o que se someten a una cirugía de revisión.
Los cirujanos ahora enfatizan:
Gran parte de la prevención depende del seguimiento riguroso de las instrucciones posoperatorias por parte de los pacientes, lo que influye significativamente en los resultados a largo plazo.
Incluso con prevención, la contractura puede presentarse. Afortunadamente, los métodos de tratamiento han evolucionado y se han vuelto más eficaces.
La contractura leve puede tratarse con:
Si bien estos métodos no siempre son curativos, pueden retrasar la progresión y reducir las molestias.
En casos moderados a graves, la cirugía es la solución más predecible.
En qué consiste:
Una capsulectomía total puede ser la opción preferida cuando la cápsula es gruesa, está calcificada o causa una distorsión significativa.
Cambiar de una colocación supramuscular a una de doble plano reduce significativamente las tasas de recurrencia. Esta es una estrategia común durante la cirugía de revisión.
Estos materiales actúan como un andamio interno, ayudando a prevenir futuras contracturas y a estabilizar la posición del implante.
Este enfoque es especialmente útil en:
En casos excepcionales, las pacientes pueden optar por extraer los implantes por completo. Se puede realizar simultáneamente una mastopexia para mantener una figura juvenil.
Las pacientes pueden tener un mayor riesgo de contractura capsular si:
Una consulta con un cirujano plástico certificado permite una planificación personalizada para minimizar estos riesgos.
Gracias a los enfoques quirúrgicos modernos y a la tecnología de implantes mejorada, el pronóstico a largo plazo es mucho mejor que hace una década.
Las pacientes pueden reducir el riesgo de recurrencia:
Con las técnicas avanzadas actuales, muchas pacientes disfrutan de resultados duraderos, suaves y naturales con una baja probabilidad de recurrencia.
La contractura capsular puede ser preocupante, pero gracias a la comprensión moderna y a las mejores estrategias quirúrgicas, es mucho más fácil prevenirla y tratarla que nunca. Ya sea que esté considerando un aumento de senos o que busque una revisión de implantes existentes, la clave está en colaborar con un cirujano plástico experto y certificado que priorice la seguridad, la precisión y los resultados a largo plazo.
La Dra. Albright utiliza las técnicas más avanzadas disponibles para minimizar el riesgo y ayudar a las pacientes a lograr resultados de aumento de senos suaves, naturales y duraderos.